La NASA como impulsora de la industria cosmética
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La NASA como impulsora de la industria cosmética

Aug 25, 2023

Para la mayoría de las personas, obtener información sobre un tratamiento para atenuar manchas, reducir arrugas o celulitis o reafirmar la piel es comparable a realizar un examen de física o química: el lenguaje puede resultar un poco complicado. Todo esto empezó hace unos 40 años, cuando el físico aeroespacial de la NASA Max Huber, tras sufrir tremendas quemaduras en la cara mientras realizaba un experimento químico en su laboratorio, decidió crear su propia cura. El resultado sería la famosa (y carísima) crema La Mer (la favorita de Jennifer López), con biofermentación de varios tipos de algas.

Para seguir con las referencias espaciales, he aquí un dato interesante. Para mantener limpias las superficies de las naves espaciales, los científicos de la NASA utilizan nanoplata, un material con conocidas propiedades antimicrobianas, en lugar de recurrir a los vapores que emiten los productos de limpieza habituales. Las nanopartículas de plata son potentes desinfectantes porque los hongos y las bacterias mueren al entrar en contacto con ellas. Pues bien, en el ámbito de la cosmética existe una línea facial con una fórmula patentada (Silver Hydrosol & DHA HP) que utiliza plata coloidal como ingrediente principal.

Joy Isaacs es la fundadora de Argentum y, con el aporte del científico Gilbert Mouzin, basó su línea de productos en la efectividad de los ingredientes activos de la plata. La Potion Infinie (producto estrella de Argentum) promete tratar manchas, arrugas y flacidez. Conclusión: ya sea que estés en el salón de belleza o en órbita, la higiene es clave. Otro caso similar es el de las cremas con textura de aerogel (evanescentes, ligeras, aireadas), que se benefician de la tecnología Active Rush desarrollada originalmente por la NASA para aislar los transbordadores espaciales. Hoy en día se utiliza en productos para el cuidado de la piel como humectante ligero y transpirable (Olay Regenerist Whip es uno de ellos, y Clarins y L'Occitane también tienen cremas con texturas similares).

Dando un paso más, nos adentramos en el complejo mundo de las máquinas. En la era de la inteligencia artificial, la maquinaria utilizada en el mundo de la estética es capaz de detectar cualquier cosa que nuestra piel necesite. Desde hace unos años, la tecnología de iluminación utilizada para cultivar plantas en el espacio se aplica a células humanas para favorecer una curación más rápida, tanto en el ámbito médico como en el estético. La NASA utiliza luz LED para sus plantas; Los investigadores aeroespaciales descubrieron otros beneficios de esta luz en la Tierra, específicamente en tratamientos para retrasar la edad (reduce las arrugas, las manchas, el acné y la rosácea). La luz infrarroja cercana penetra en la dermis a una longitud de onda específica, activando una regeneración celular más rápida y saludable sin provocar quemaduras.

Los dos lanzamientos de luces LED estéticas más recientes provienen de la marca sueca Foreo. Su mascarilla antienvejecimiento FAQ 202, con ocho longitudes de onda diferentes (incluido el infrarrojo cercano), puede acceder a las capas más profundas de la piel, mientras que la mascarilla Unicskin se adapta ergonómicamente al rostro. Ambos dispositivos se pueden utilizar en casa, aunque no son baratos (aproximadamente 850 y 350 dólares, respectivamente). Natalia de la Vega, fundadora de los centros de belleza Tacha, lleva mucho tiempo aplicando la terapia de luz LED. “La NASA descubrió este tipo de luz para acelerar la cicatrización y la curación de los astronautas en una atmósfera de gravedad cero. Fue entonces cuando los laboratorios Dior crearon una máscara de luz roja con Lucibel, especialistas en fotobiomodulación. Su diseño evoca el óvalo del rostro y ofrece una piel más luminosa, firme, tono homogéneo y poros cerrados”, explica.

Otro campo desarrollado en la NASA ha sido el uso de ciertos láseres capaces de medir la diferencia de densidad y volumen entre las copas de los árboles y el suelo desde el espacio; un valioso dato que sirve para estudiar la cobertura arbórea y el cambio climático, estimando el nivel de vegetación. En cuanto al papel del láser en la belleza, uno de los últimos que utilizan los dermatólogos se llama Endolift. El dermatólogo Carlos Morales lo define como un láser intersticial para tensar la piel de forma no quirúrgica. “El problema de la mayoría de los tratamientos tensores no quirúrgicos es la escasa capacidad de llegar a las capas profundas de la piel sin dañar las capas superficiales. Este láser está compuesto por una fibra óptica de 0,3 milímetros que introduce energía y tensa la piel desde el interior; sin duda, uno de los mayores avances en el rejuvenecimiento de la piel”, señala. El láser es el “arma perfecta” para profundizar en la piel (también lo era el láser de diodo que eliminaba el vello), tal como lo hacen los aeronautas que estudian los bosques desde arriba con sus precisos láseres.

Todas estas nuevas tecnologías se utilizan para satisfacer las necesidades de una sociedad que exige el elixir de la eterna juventud a cualquier precio, en el menor tiempo posible, sin pasar por quirófano ni las molestias del postoperatorio. Por ello, cada vez se crean dispositivos más sofisticados (Israel y Estados Unidos son pioneros en su fabricación y desarrollo) que pasan a formar parte del equipamiento de reconocidos médicos y esteticistas para uso exclusivamente profesional, y tienen una gran demanda por ser una alternativa generalmente indolora a las inyecciones, empastes o cirugía.

Una de las primeras máquinas que salió al mercado fue la de GLP (junto con los láseres de depilación), hace más de 30 años. Su creador fue Louis-Paul Guitay, un ingeniero e inventor francés que reprodujo mecánicamente el masaje manual que le estaba dando un fisioterapeuta para recuperar su musculatura tras un grave accidente. El GLP es considerado un dispositivo terapéutico (en Francia se encuentra en centros de rehabilitación), pero luego se descubrió que también tenía beneficios en el ámbito estético, ya que ayuda a reducir volumen, grasa y celulitis en zonas específicas del cuerpo. Su compleja tecnología está avalada por el Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas (CNRS). Lionel Galipienzo, director general de GLP España, explica que el nuevo cabezal del equipo incluye un sensor capaz de detectar si se trata de grasa localizada, celulitis o flacidez, para atacar el problema de forma inteligente. “Ya ha sido patentado y avalado por 145 estudios científicos y más de 80 publicaciones en prensa científica, y está presente en congresos médicos”, explica Galipienzo.

Ana Revuelta, médica aeronáutica y farmacéutica, destaca la eficacia del ultrasonido focalizado con visualización de Merz Estética. “Es alta tecnología, aprobada por la FDA y publicada en el prestigioso Journal of Cosmetic Dermatology. Actúa en las capas más profundas de la piel, creando puntos de coagulación térmica cuya acción principal es estimular el colágeno y la elastina, consiguiendo un efecto lifting sin necesidad de pasar por quirófano. Los puntos de coagulación térmica entran en la piel como meteoritos que chocan con el SMAS (sistema aponeurótico muscular superficial) y provocan la formación de colágeno, generando así una bioestimulación de forma natural”, explica.

Otro avance científico en el campo de la cosmética es la radiofrecuencia bipolar fraccionada de alta intensidad. Esta radiofrecuencia puede tensar la piel, obteniendo un efecto que podría considerarse un sustituto no invasivo del lifting quirúrgico y otros métodos más agresivos. En este tipo de procedimientos, el Dr. Agustín Granado Tiagonce destaca especialmente la efectividad del dispositivo Morpheus 8: “Mejora la textura, flacidez y apariencia de la piel, eliminando incluso la grasa de la papada, problema que preocupa a hombres y mujeres. "

Ricardo Ruiz, fundador y director de la Clínica Dermatológica Internacional y jefe de Dermatología del Hospital Ruber Internacional, ambos de Madrid, se muestra escéptico ante muchos de estos inventos. “En medicina estética hay mucho humo. A veces se prometen resultados milagrosos e innovaciones revolucionarias, pero la realidad es que no ha habido grandes avances en los últimos 15 o 20 años”, afirma. “Hoy en día, la prevención y el tratamiento del envejecimiento facial gira en torno a combinar la toxina botulínica con rellenos e inductores de colágeno. Y los láseres para manchas o venas, las radiofrecuencias y los ultrasonidos tampoco han evolucionado mucho”, apunta. "Dicho esto, con la tecnología actual se pueden lograr resultados estéticos interesantes y, en muchos casos, muchas cirugías pueden retrasarse o incluso evitarse". El debate está abierto, y si decides probar alguna de las técnicas disponibles en la actualidad, siempre debes buscar el consejo de un profesional.

Mientras tanto, las casas de cosmética siguen investigando, creando e invirtiendo dinero en el lanzamiento de nuevas formulaciones con ingredientes que prometen ser el elixir de la eterna juventud. Lo mismo sucede con la tecnología. Científicos de laboratorios de cosmética colaboran con universidades de renombre para investigar el envejecimiento celular. Entre los últimos avances en este campo destaca un estudio sobre el microbioma aplicado a una crema desarrollado por el grupo Shiseido y presentado recientemente en una conferencia en Barcelona, ​​España. Si se mantiene el ritmo de la investigación, ¿podrán algún día encontrar la fórmula mágica para evitar la caída del rostro y del cuerpo? ¿Qué pasaría si se descubriera un mecanismo antigravedad interno en la piel? ¿Y si nuestra piel pudiera regenerarse en lugar de caerse? La flacidez es el mayor reto en la lucha contra el envejecimiento, mucho más que las arrugas. Y la firmeza es el objetivo.

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